jueves, 1 de diciembre de 2011

The full monty!


 Una de mis películas favoritas de todos los tiempos es "The Full Monty", dirigida por Peter Cattaneo y protagonizada, entre otros, por Robert Carlyle y Mark Addy, que se estrenó en 1997. El título es una expresión idiomática de uso común en inglés que podría transferirse en este caso en particular como "en pelotas" (Pardon my French!), o "desnudo total", a pesar de que en otros contextos significa "absolutamente todo" o "completo" (empleándose indistintamente las frases «the whole lot», «the whole hog» o «the full monty»). En la película, los personajes la utilizan para referirse al grado de su desnudez: "No one said anything to me about the full monty!" (¡A mi nadie me habló de un desnudo total!). Pero en inglés es lo que se considera "slang", (lenguaje callejero o vulgar), es decir que mi primera versión es bastante acertada en referencia al argumento de la película y a la impropiedad del registro. Además es así como se siente alguien al quedarse sin trabajo después de todo...

 Con mucho humor al mejor estilo inglés, la película cuenta cómo un grupo heterogéneo de hombres igualmente desempleados son inspirados a montar un show de strippers por el éxito arrasador de otro que llega al lugar itinerando de ciudad en ciudad y enloqueciendo a todas sus mujeres, quienes de alguna manera, menosprecian a estos hombres, que se han quedado sin trabajo. Y uno de estos hombres, Gaz, el más duramente castigado por su condición, en su desesperación por solucionar sus problemas personales, tiene la loca idea de reunir a seis desocupados y montar un show de strippers para hacer algún dinero. Después de todo, si otros pueden, ¿por qué no ellos? Aunque no se trata de todos hombres físicamente agraciados.


 Después de haber analizado la precariedad en nuestros tiempos líquidos en mi entrada de ayer, y luego de haber visto en los noticieros el lío que hay en el Reino Unido, que ha vivido este miércoles la mayor huelga en el sector público desde los años ochenta, en protesta por la reforma del sistema de pensiones del sector público, se me vino este fabuloso film a la cabeza, aunque el paradigma ha cambiado. Sin embargo, el desempleo es un flajelo que sigue azotando y espantando a medio planeta. La experiencia  desgraciada de esta condición, sobre todo en el hombre, padre y jefe de familia, y la consiguiente toma de consciencia  de nuestra precariedad e inestabilidad económica y laboral, es una de las vivencias más desestabilizadoras y traumáticas que se pueden transitar en la vida adulta, no sólo para el hombre en cuestión, sino para toda su familia. Es un impacto fuerte con efectos colaterales impensados y duraderos que sólo puede enfrentarse con mucha imaginación y creatividad, más una buena dosis de música, arte y humor, como se muestra en este film. El apoyo y el amor incondicional y manifiesto de la familia, el compartir con los seres queridos el malestar y el desasosiego, la impotencia y la injusticia, y el unirse a un proyecto con otros, por más descabellado que parezca, no bajando los brazos y enfrentando la coyuntura sin hundirse en la desesperanza, son la única forma de pelearle a la amargura de quedarse fuera de juego. Y lo que se rescata de ella, es el aprendizaje y la resiliencia que nos brinda si la sabemos aprovechar para nuestro crecimiento peronal, para valorar lo que somos y valemos, la fuerza de seguir adelante apostando por nosotros mismos aunque parezca que nos han pateado el tablero.


 La película también nos confronta con la necesidad de afecto de un hombre que siente que ha quedado fuera del mapa, y cómo esa sensación corroe su autoestima y hasta su valía y su sentido de hombría. Además, se plantea cómo el género les juega en contra a los hombres en avatares como este: el personaje principal, Gaz, se ve en problemas en su rol paterno y en su vínculo con su hijo incluso ante la ley, por ser insolvente por causa de los vaivenes de la economía.


 Una película que merece ser vista, aunque ahora hay problemas con Cuevana... Desde aquí, hago votos para que algún alumno aplicado consiga bajar la peli de internet con subtítulos en inglés para su profe. Comparto con ustedes lo que para mí y para muchos es la mejor escena de la vista, declarada segunda mejor película británica en 2007.



 http://youtu.be/rN0y8f2rftc

A boca de jarro

3 comentarios:

  1. Todavía no vi esta película! Y eso que está el bomboncito de Gabriel Byrne...
    Me gustó tu expresión: cacareo público, en el comentario que dejaste en mi blog. Muy genial.

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  2. Injustamente calificada como banal y pasatista esta película es una radiografía de los efectos del neoliberalismo thatcheriano que dio por tierra con los principios del estado de bienestar. Hombres de edades dispares, habilidades dispares, perfiles sociales dispares pero con dignidad, entereza y miserias. Como los que recorremos estos albores de la segunda década del siglo con el que soñábamos cuando niños, el siglo de la tecnología, de los autos voladores como en "Los supersónicos" y que nos asfixia con su deshumanización secular. Si el gran pensador argentino Sinay se refirió en un notable ensayo sobre "La sociedad de los hijos huérfanos", yo lo parafrasearía para hablar de la sociedad de los hombres huérfanos ya que el Estado nos ha soltado la mano. Lo increíble es que seguimos estudiando a los contractualistas como Hobbes, Locke o Rousseau (y si quieren hasta Engels) y confiamos en que esa entidad abstracta nos cobijará para permitirnos crecer y ejercer nuestro inalienable derecho a trabajar y ganarnos el sustento dignamente. Pues parece que Bauman tiene toda la razón en denunciar la retirada de toda protección estatal y los albores de una nueva Edad Media en la que los "postergados" sirvamos a la minoría poderosa frente a la cual marchan cientos de indignados en diversos rincones del planeta. Excelente entrada.

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  3. Gracias, Victoria!

    Te la recomiendo: es una buena película, muy realista y divertida. Y la metáfora del hombre desnudo frente a su circunstancia es muy interesante.

    Lo que te dije es lo que verdaderamente siento y pienso, y me gustó comentar activamente.

    Y gracias, Javier!
    Ay, la Thatcher, Javier!
    Ay, el neoliberalismo, Javier!
    Ay, la secularización, Javier!
    Ay, que Papá Estado nos ha soltado la mano, Javier!
    Ay, los postergados, Javier!
    Ay, el desempleo: tu desempleo, Javier!

    Bienaventurados los que tienen sed de justicia, Javier, porque ellos serán saciados.

    Muchas gracias! Sabía que esta te iba a gustar: era para vos, igual que Bauman...

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